viernes, 24 de mayo de 2013

Visita Paris - Las catacumbas

Versión preeliminar, ha actualizarse en los siguientes días.

¡París! Conocida por muchos como la ciudad más bella del mundo y la ciudad del amor. Un lugar donde ocurre mucha magia como en las películas "Amélie" y "Ratatouille". Mientras parte de esto es verdad en la superficie de la ciudad, existe enterrado a unos metros de la superficie; otro mundo reservado solo para los valientes que se atrevan a entrar a las entrañas de las minas abandonadas de París y terminar en el mismísimo reinado de la muerte: Las catacumbas.

Hace algunos siglos, cuando París comenzaba a construirse como ciudad, los pobladores descubrieron yacimientos abundantes de cantera. Por las condiciones del lugar, la piedra extraída de este lugar era muy especial, tanto que recibió el nombre de "Cantera de Lutenia".

Durante mucho tiempo, se extrajo cantera para poder construir los bellos edificios que hoy se pueden visitar en París. Conforme las minas se fueron vaciando fueron cerradas y olvidadas, pero la Tierra no lo hizo...

Años después, dado a la cuevas que se crearon por la extracción de cantera, París comenzó a hundirse . La gente estaba preocupada pues al haber tantos "agujeros" bajo la ciudad, ésta poco a poco comenzaba a precipitarse como una casa de naipes después de retirar uno de ellos.

El rey no sabía que hacer, había presión por todos lados: 
  • La gente demandaba acciones rápidas.
  • Paris seguia hundiendose.
  • El miedo rondaba por todos lados.
Finalmente, el rey decidió crear la "Comisión Nacional de Canteras", encargadas de localizar y reparar cada sección de las minas abandonadas para frenar el hundimiento de los edificios. No es tarea fácil, pues las cuevas son casi tan grandes como la misma ciudad, por lo que uno puede fácilmente perderse. Tal es la facilidad, que dentro de los túneles escribían  la calle que estaba en la superficie para poder ubicarse.

Sin embargo, poco después llego otro problema: La plaga. Contrario a la canción popular mexicana de 1959, esta trajo horribles consecuencias, sobre todo a la gente que vivía cerca de los cementerios:
  • Si se dejaba abierto, el vino no servía al día siguiente.
  • La leche se echaba a perder de un día para otro.
  • El olor era insoportable. 

Al parecer, los cementerios estaban más que llenos. En una ocasión, fue tanta la cantidad de cuerpos en la fosa común que esta colapso, dejando ver decenas de cuerpos deslizándose a la superficie. El rey tenía que actuar rápido y finalmente llego la respuesta: tenemos espacio sin ocupar en las minas.

Así, miles de cuerpos comenzaron a ser transferidos de los cementerios a las catacumbas, donde fueron acomodados y para competir con catacumbas de otros países, se arreglo de tal manera que fuera agradable para los visitantes.

Sin embargo, no es tan fácil bajar aquí. Son tantos los cráneos y fémures que se encuentran y tan fácil perderse, que se han puesto letreros alertando a los caminantes:

¡Detente! Estas entrando al reino de la muerte.

Y no exageran, pues más de un kilómetro de huesos, tumbas y nada más que pasillos y más pasillos pueden alterar a cualquiera. Cuenta la leyenda que de no tener cuidado, uno puede terminar atrapado en las catacumbas para siempre. Aún si no se es creyente, el hecho es que todas las habitaciones son tan parecidas que uno puede caminar en círculos por varias horas antes de darse cuenta.

Con entrada oficial en el metro, tiene un costo de 8 euros la entrada (con descuento de 4 euros para menores de 26 años) y 3 euros la audio-guía (altamente recomendada).

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